El arte de vivir

 

En la noche, cuando sea la hora de dormir, recuéstate y cierra los ojos. Abandona tu cuerpo al descanso, dale oportunidad de recuperarse. Apaga tus pensamientos y entrégate tú también al relax.  La jornada de hoy ya terminó. Hiciste lo que te estaba permitido hacer. No podía ser de otra manera. No tomes angustia por el mañana, que la vida ya es, solo que tú aún no la has vivido.

En la mañana, cuando abras los ojos, tomarás conciencia nuevamente de la vida. Es como resucitar trayendo memoria de lo que hemos vivido. Si tienes compromisos que atender, levántate, aséate, disfruta un desayuno liviano, y ocúpate de tus asuntos.

Si acaso no tienes tareas pendientes y te provoca dormir un rato más, hazlo.  Y si el día transcurre sin que surja alguna novedad que atender, disfruta de no hacer nada.

El arte de vivir consiste en saber que estás aquí para vivenciar aquello que debe experimentar el personaje que representas. Cada detalle de tu vida ya fue elegido, cada triunfo, cada tropiezo, cada bocado que llegará a tu boca fue definido por el poder del Universo con anticipación. De manera que no te afanes, no te angusties, pues no estás aquí para resolver problemas ni alcanzar metas, sino para vivir experiencias. Lo que va a suceder ya sucedió, solamente que aún no ha llegado a ti.   

      Acéptalo. No temas.

No te distraigas ni te incomodes por lo que aún no hayas podido resolver. Quizá no vino para que lo resuelvas, sino simplemente para que lo vivas.

 

Seu.

San Diego,  08 de mayo de 2023.

 

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog