Un sueño

 

Un sueño

 

Quiero comentarte algo, pero primero déjame sugerirte que no compliques tu viaje a esta tierra tratando de transportar un cargamento de regalos, Claro que nos gustan los regalos, a quién no, pero estoy convencido de que para todos nosotros el mejor regalo es tu presencia, qué mejor regalo que poder verte, abrazarte, olerte y reírnos contigo.  No queremos que sufras incomodidades en el aeropuerto lidiando con un cargamento de maletas. Sé que todos allá querrán enviarnos algo, pero pueden apelar a perfumes miniaturas, o detallitos, en vez de ropas que pesan tanto y ocupan espacio. En lo posible mi cielo, ven cómoda, con poco equipaje.

AHORA, LA INCOHERENCIA: Quiero encargarte algo, pero solamente si consigues la manera de traerlo sin que sea embarazoso transportarlo, quizás en una cajita o bolso aparte. Supongo que ya debe parecerte algo misterioso, así que déjame contarte.

Desde hace muchísimo tiempo, casi tanto como mi edad, sueño con plasmar en una pintura, antes de que se me borren los recuerdos, la casita donde nací, y en otra pintura, la placita de mi vida y el mercado. Estos últimos son mencionados brevemente en una canción dedicada a mi pueblo. Mi árbol preferido es el Flamboyán, porque cuando florecían, coloreaban toda la plaza, y los muchachos nos entreteníamos jugando gallito con sus flores. Quizá en tu memoria puedas ver el suelo de la plaza y las copas de los árboles pintadas de rojo. Quiero dejar eso para que mis descendientes sepan de dónde vengo, que mis zapatos eran alpargatas, y mi mayor felicidad era jugar en esa plaza que me quedaba atravesando la calle.

No pretendo asombrar al mundo con una obra maestra, sino verter en el lienzo mi sentimiento, aunque el resultado sea una pintura infantil que solamente sirva para contar el comienzo de mi historia.

Si me propongo, puedo proveerme yo mismo aquí del material que necesito, pero mi romanticismo va más allá. En la realización de este sueño quiero involucrar a otras personas que amo, quiero sentir que mi mano es ejecutora apoyada sentimentalmente por gente que de alguna manera, directa o indirecta, tiene que ver con esta historia. Qué vaina, yo con las historias……

Por eso quiero que el material venga de allá, pero no de una sola mano, sino de todos los que amo, aunque aún no hayan nacido o no lleven mi sangre. Que Luisita elija alguna moneda de su alcancía para hacer su aporte, igual Emma y los otros pequeños (esas monedas identificadas, me gustaría conservarlas. Son valiosas por lo que representan), y así entre todos, convertidos en mis Mecenas, financiar el costo de poner el material a mi alcance.

Pienso en dos lienzos no muy grandes, de 90  por 70 cm, o algo parecido, pintura de larga duración y pinceles apropiados, lápices y alguna cosa más que no menciono porque desconozco del tema. Si el costo es alto, tal vez podrían ser miniaturas. Te encargo esa gestión.

De no poder ser,    

como dijo la gallinita del cuento,

 lo haré yo.

 

Seu.

San Diego, Sábado 27 de enero de 2024.

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