En el fondo
La conocida y axiomática frase
“Todo pueblo tiene el gobierno que se merece”,
de un solo fogonazo le restriega en la cara
a todo aquel que la recibe,
la
verdad de lo que realmente somos.
Aunque humano, no deja de ser vergonzoso
que detrás de nuestra conducta,
agazapado,
está el apetito por el dinero sin importar el precio.
La simple idea de resbalar por la cuesta económica
y sabernos pobres
desata el pánico,
sin percatarnos que ya somos pobres de espíritu.
Me reconforta la esperanza de que despertemos,
y descubriendo el norte de la vida,
corrijamos el rumbo.
Seu
San Diego,
miércoles 31 de julio de 2024.
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